Asesino serial atraía a sus víctimas con ofertas de empleo
La Policía de Ecuador detiene a un presunto asesino serial en la parroquia Dayuma, en la provincia de Orellana, ubicada en la región amazónica del país suramericano; el hombre atraía a sus víctimas con ofertas de empleo.
Se identifica como Fabricio L., según detalla la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (DINASED) de la Policía Nacional; se le señala de ser el presunto autor de tres homicidios intencionales. El reporte oficial declara:
“Según el informe preliminar, tras los diferentes hechos de sangre, Fabricio L., es identificado como un presunto asesino, quien posee una habilidad criminal; seduciéndoles bajo engaños a sus víctimas para luego trasladarles con rumbo desconocido hasta su muerte”.
Óscar Puebla, jefe de la sección de Perfilación Criminal de la DINASED, dice que el presunto asesino abordaba a sus víctimas de la misma manera; ofreciéndoles empleo en las fincas de familiares que él administraba, reseña El Comercio.
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Asesino serial: Las víctimas y los hallazgos
Las víctimas han sido identificadas como José Espinoza, Fabián Machoa y Luis Pardo, de 41, 43 y 57 años respectivamente. De acuerdo con el reporte policial, estas personas estaban reportadas como desaparecidas desde principios de junio de este año.
El primer cadáver se encuentra el 10 de junio en la parroquia de Dayuma. Según el reporte oficial:
“Luego de la autopsia, se confirma que la causa de la muerte fue específicamente por el paso de un proyectil de arma de fuego”.
El 17 de julio, más de un mes después de su desaparición, fueron encontrados los cuerpos de Machoa y Pardo en la comunidad Nueva Unión. Asimismo la DINASED, informa:
“De igual manera, luego de las autopsias confirmaron que las causas de las muertes serían provocadas por heridas con bordes irregulares”.
De acuerdo con Puebla, entre las similitudes de los tres casos está el hecho de que el asesino los habría enterrado a 70 centímetros de profundidad.
Después de varios meses de investigación en la zona donde ocurren los hallazgos, la Policía concluye que Fabricio L. era el principal sospechoso de los crímenes.
En el allanamiento que hacen a su vivienda, encuentran un arma de fuego y otros “indicios vinculantes” a los hechos, por lo que se llevó a cabo su detención; tras lo cual la Justicia le dicta prisión preventiva y se abre la causa en su contra.
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