Lorenzo y Reyes, inquisidores
Triques
El INE y el Tribunal Electoral arrebatan atribuciones que no les corresponden, lo peor es que tienen que ver con la libertad de afiliación, de expresión, política, de reunión, etc. Es decir, las dependencias que encabezan Lorenzo Córdova y Reyes Rodríguez Mondragón, se asemejan más a la Inquisición que a otras instancias que deben defender el bien público y no los intereses privado o de grupo, que es a lo que se dedican.
El INE es el árbitro electoral, al cual por extensión y a manera de connotación o seudónimo se le empezó a decir árbitro electoral, lo cual tomaron muy en serio, hasta convertirse en dictadores que limitan las actividades naturales de los mexicanos.
Tribunal e INE no pueden regular la actividad política y menos favorecer descaradamente a unos partidos y cargarles la mano a otros como lo han hecho cada vez más continuamente y con un mayor número de personas coartando libertades a los simpatizantes de Morena y dándoles manga ancha a la oposición, como única manera de crear equilibrios, que más bien como una forma de negarse a aceptar la derrota anticipada en las urnas.
Desde ciudadanos comunes, hasta legisladores y comunicadores esta dualidad del pasado se ha empecinado en limitar y castigar sus funciones, sus actividades, sus palabras y sus acciones. Son jueces y parte del conservadurismo más rancio del país. A pesar de que el año electoral para las elecciones presidenciales no inicia sino hasta el 1 de septiembre de 2023, desde la perspectiva de estas entidades se realizan actos anticipados de campaña, con miras a las elecciones de 2024.
La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales es violentada por quienes deben defenderla, en lugar de apegarse a las normas electorales criminaliza a sectores muy definidos de la población, empezando por los periodistas independientes que no sólo hacen contrapeso a los exceso de ,los consejeros del INE y los magistrados del tribunal electoral sino que los coloca prácticamente en el nivel de delincuentes comunes.
Las advertencias sobre el futuro político de periodistas independientes y ciudadanos es la cancelación de sus derechos políticos, como si se tratara de reos sentenciados, los pretextos pueden ser cualquier ocurrencia de los miembros dela oposición que provoque una denuncia y a partir de ese momento los magistrados tratan a quienes se defienden de una serie de ofensas y agresiones, como un peligro social.
Contra la ciudadanía el impedimento de la libertad de expresión pareciera convertirse en una manía autoritaria, obsesiva y fascista de magistrados y consejeros electorales, que tienen los mismos enemigos que los partidos de oposición casualmente.
La explicación a este tiempo de complicidades la dan ellos mismos a través de los audios filtrados recientemente donde se muestra la íntima amistad que existe entre Lorenzo Córdova y Alejandro Cárdenas Moreno, su trato afectuoso, sus palabras melosas lo arrojan más que a la amistad infinita y profunda a una complicidad burda y grotesca que no debe existir entre el líder nacional de un partido político y el coordinador de las elecciones.
La trayectoria de Alejandro Cárdenas termina por sumar a los negros historiales de Lorenzo Córdova, quien, entre las aguas movedizas de la corrupción, mientras más se mueve, más se hunde.
Pedro Mellado señala en su columna: “Por su parte, el Tribunal Electoral se excede en sus facultades al pretender regular las decisiones que el Poder Legislativo ha tomado, en su ámbito interno, en el cual es independiente y soberano, en lo que corresponde a la integración de la Comisión Permanente, en la cual concurren diputados y senadores del Congreso de la Unión”.
Las máximas de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, máxima publicidad y objetividad que debieron ser las reglas del INE, fueron violadas una a una por los consejeros electorales hasta hacer del INE un elefante blanco sin calidad moral ni categoría legal.
Todo lo que el INE pueda desgastar en su nada sutil tarea de descalificar a Morena y sus funcionarios públicos lo hace y, al parecer, lo seguirá haciendo hasta que no haya una masa violenta que los extraiga de esa cómoda postura de los parásitos.
