Patrimonio Histórico de la Humanidad
A FUEGO LENTO
La ciudad de Campeche, fundada en 1540 fue reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad el mes de diciembre de 1999, por sus magníficas construcciones de la arquitectura militar de los siglos XVII y XVIII con toques de influencia andaluz, caribeña y urbanización barroca.
Los baluartes construidos de 1686 a 1704 para proteger de las incursiones de piratas y corsarios hoy son atractivos únicos para tratar de detonar el sector turístico secuestrado por intereses caciquiles, quienes – hay que reconocer – pugnaron por lograr se diera la declaración de “Patrimonio Histórico de la Humanidad” pero con sus clásicas políticas de acaparamiento y corrupción, los resultados están siendo letales.
Evidentemente está declaración genera muchos beneficios para recibir aportaciones internacionales para conservar en su esencia, los méritos requeridos, pero también la obligación de los tres niveles de gobierno de aplicar esos recursos y política con transparencia para no perder el estatus internacional.
Para los residentes del primer cuadro amurallado, las cosas cambiaron al grado de no poder realizar ninguna modificación, sin tener la aprobación del INAH y de todas las autoridades involucradas al respecto.
Al margen de convertir la calle 59 en una especie de zona libre y/o de tolerancia VIP, las regulaciones son severas que, cualquier vendedor ambulante o artesano que intente comercializar sus productos, es retirado por las autoridades para evitar poner en RIEZGO el nombramiento.
Se supone esta vigilancia de aplicar los dineros de la UNESCO a la Ciudad Amurallada de Campeche está bajo una férrea supervisión del Comité Nacional Mexicano de ICOMOS ( Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) para cumplir la misión de defender el Patrimonio Cultural de la UNESCO desde 1965.
Por estos criterios de norma, nos parece tan lamentable como inaceptable el evento – por fortuna sin víctimas humanas-del derrumbe de un edificio en el Centro Histórico esta capital campechana, por carecer de mantenimiento preventivo, a pesar de presuntamente existir, la notificación correspondiente del riesgo, no solo de la edificación derrumbada, sino de muchas otras, con fachadas bien pintadas, pero convertidas en trampas mortales para turistas y transeúntes en general.
Es urgente no tratar de esconder bajo la alfombra de las complicidades, a los verdaderos responsables de este evento.
Sería atroz pensar la ONU por conducto de la UNESCO e ICONOS ya estén contaminados con interés creados en los tres niveles de gobierno, la corrupción integral en el manejo inadecuado de esta declaración y al final – como suele suceder en Campeche…
¡No pase absolutamente nada!