Participación laboral y económica de las mexicanas
Por Fidel Ulín-Montejo
Cuando las mujeres controlan una mayor parte del presupuesto del hogar, los gastos en alimentación, salud y educación aumentan más que cuando los hombres lo controlan. Si las mujeres trabajan, pueden planear mejor la fecundidad deseada y aumentar su inversión en capital humano. Sin embargo, la tasa de participación de la fuerza laboral femenina en México aún es baja, especialmente en comparación con países de desarrollo similar. La participación laboral de la mujer es muy importante por muchas razones. Primero, a nivel macroeconómico los bajos niveles de participación femenina en el trabajo remunerado y en el espíritu empresarial representan una gran pérdida de productividad y, por lo tanto, una pérdida en el PIB. A nivel microeconómico, el trabajo de las mujeres es transformador para ellas y sus hogares. El trabajo de las mujeres también les da presencia y voz dentro de sus comunidades. Como tal, teniendo una tasa tan baja de participación laboral femenina, México no está aprovechando todo su talento humano al máximo.
Según el INEGI, somos casi 130 millones de mexicanos, con 52% de mujeres que representan el 40% de la población económicamente activa. 23 millones de trabajadoras mexicanas. De cada 10 de ellas, solo 3 tienen bachillerato y 1 es analfabeta. Poco más del 45% de ellas tienen un empleo, y cerca de 4.5 millones no tienen trabajo, pero están disponibles si encontraran uno. En promedio ganan unos 6,700 pesos al mes, recibiendo hasta 25% menos que los hombres por el mismo puesto o tarea desempeñada. Trabajan principalmente en comercio (27%), manufactura (17%), servicio público (14%), restaurantes y alojamiento (12%). Penosamente, del total de las trabajadoras, el 55% trabaja en la informalidad (ambulantaje, autoempleo, empleo doméstico o agropecuario, etc.). De las mujeres sin hijos, 44% tiene un empleo y 46% están desempleadas. En contraparte, el 45% de las que son madres tienen un trabajo. Sin embargo, todas en general dedican en promedio casi 8 horas diarias a tareas domésticas y de cuidados de menores, enfermos y adultos mayores. Y es que apenas 1 de cada 4 mujeres remuneradas (27%) cuentan con servicios de cuidado infantil, y más mujeres (35%) que hombres (17%) son contratadas por medio tiempo o jornada parcial. Otra debilidad está en las oportunidades de emprendimiento, ya que solo 1 de cada 5 emprendedores es mujer (20%) y apenas 1 de cada 8 pequeñas empresas de mujeres (13%) han obtenido un crédito o financiamiento, pero desde la banca privada (35%) y las cajas de ahorro popular (27%). Otro dato inquietante, es que en tierras ejidales o comunales, sólo 3 de cada 10 propietarios son mujeres, pero en el sureste no rebasan el 20%. Aunado a la inequidad de género, pareciera que las políticas públicas están más orientadas a repartir la poca riqueza, que propiamente a generarla.
La participación económica de las mexicanas es baja, menos de 5 de cada 10 mujeres por más de 7 de cada 10 hombres. México tiene una tasa de participación femenina menor al promedio mundial (49%) y al de América Latina (55%), incluso menor a la de economías similares como Colombia (51%) o Brasil (50%). A pesar de los esfuerzos para sumar más mujeres a la economía, su participación ha oscilado entre 40 y 45% en las últimas 2 décadas. Al interior del país también se viven realidades distintas. Los estados con mayor participación de mujeres son Colima (57%), Baja California Sur (56%) y Nayarit (54%). En contraste, las entidades con menor tasa de participación económica femenina son Chiapas (31%), Veracruz (36%) y sí, también Tabasco (38%). En este Día Internacional de la Mujer, los discurso oficiales desbordaran de buenas intenciones, cuentas alegres y hasta iniciativas aventuradas, pero casi seguramente con poca voluntad o interés real de revertir esta recurrente asimetría que muy poco nos hacen avanzar, desarrollándonos a medias, con apenas la mitad de todos nuestros talentos, de todas nuestras fuerzas y nuestras ideas.
Dr. Fidel Ulín-Montejo
Investigador Titular UJAT
Director General de Datametrika Co.