Desesperado
Sin Remitente
Mientras sus amigos le publican fotos tratando de hacer creer que es un símil del presidente Andrés Manuel López Obrador o el gran demócrata de la izquierda y tratan sin éxito de ocultar que cuando fue secretario de gobierno de Arturo Núñez Jiménez se volvió en un represor de todos aquellos que desde la administración o el pueblo simpatizaban con el naciente Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la verdad es que Raúl Ojeda Zubieta está desesperado en busca de lo imposible: ser candidato al gobierno de Tabasco.
Está tan desesperado, que se olvidó que es presidente del Consejo Político Estatal de Morena y que su campaña adelantada lo desacredita para erigirse en conciliador o garante del proceso interno que el partido realizará para seleccionar al candidato al gobierno.
Si las huestes y el mismo Raúl Ojeda creen que es suficiente haber caminado en el pasado alguna campaña con Andrés Manuel López Obrador, están equivocados. Para el Presidente sus amigos personales y políticos más leales son los que lo acompañaron en el éxodo democrático y en su cruzada indeclinable en la constitución de Morena de la que Raúl Ojeda no participó, porque prefirió seguir a lado de Arturo Nuñez y no arriesgarse como lo hicieron los auténticos morenistas que ahora legítimamente están disputando la candidatura al gobierno.
La desesperación del tres veces perdedor al gobierno en sus tiempos de perredista y de ex priista, se debe también a que ni está en el ánimo del Presidente ni su aspiración ha logrado generar adeptos porque lo recuerdan como el candidato soberbio que, haciendo a un lado a los que lo ayudaron, se sintió gobernador antes de que le ganara dos veces Manuel Andrade Díaz.
Por si no fuera suficiente, del lado del grupo político al interior de Morena de los que lidera Adán Augusto López Hernández, hay cuadros más competitivos que sí están realmente en la disputa por la candidatura que también busca Javier May Rodríguez por el lado de los fundadores: Manuel Rodríguez González, Jaime Lastra Bastar, Óscar Cantón Zetina, Yolanda Osuna Huerta, Mónica Fernández Balboa y Rosalinda López.
Lo de Raúl Ojeda es solo la añoranza de los viejos tiempos del ejercicio del poder que no tiene desde que dejó el gobierno de Arturo Núñez, y pretende ahora ganar una candidatura que de facto tiene pérdida, como indican las encuestas públicas e internas de Morena. Por mucho que su puñado de seguidores le aplaudan y lo ponderen como si fuera el mismísimo Andrés Manuel, lo cierto es que sus intentos por ser el próximo gobernador no fructificarán. No habrá en su aspiración una cuarta vencida. Su tiempo ya fue y ya es historia.