Colosio asesina a la oposición
Triques
Dante Delgado creía tener un arma poderosa y Salinas un títere. Tendrán que empezar de nuevo. El frágil prospecto para competir por la oposición se quiebra ante la primera batalla y no quiere competir por la Presidencia, ve una “chamba” muy difícil y, además, no quiere que le pase lo mismo que a su papá.
El alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, llamó especulaciones a la intención de ser candidato de Movimiento Ciudadano y aseguró que no quiere contender por la Presidencia en las elecciones 2024, pues dijo que esa no es su meta. Además, nunca nadie le preguntó si aspiraba, aunque su presencia en lomas Taurinas parecía el inicio de esa aspiración, pero probó la política y no le gustó.
El mejor calificado en las encuestas de intención del voto y el único político que no tiene trayectoria ni buena ni mala, a pesar de la sombra de sus adicciones, dice no prácticamente a la carrera política y deja en la orfandad a Dante Delgado y a Movimiento Ciudadano, quien consideraba que el joven Colosio era el ideal do para competir por la Presidencia de la República.
Colosio calificó de “absurdo” que se tenga la creencia de que su intención es sumarse a la contienda por la presidencia en las elecciones de 2024, lo que seguramente le cayó como balde de agua fría a dante y servirá para que el líder vitalicio de Movimiento Ciudadano piense dos veces integrarse a la suicida alianza opositora; de ser así quiere decir que más de la mitad de la sobrevivencia de su partido estaba recargada sobre la figura endeble de una víctima de lo más negro de la historia política de México.
Por otra parte, otro oscuro personaje de la historia política del país se queda sin una herramienta que pueda representar sus intereses en la administración pública, a menos que la autodescalificación haya sido inducida para favorecer a algún candidato sorpresa de la oposición, en caso de haberlo, que se duda, pero lo que sucede es que se les rebeló; de otra manera, la nota hubiera ocupado espacios privilegiados en los medios convencionales, pero todo se dio a conocer desde una entrevista en un medio como conocido.
Si las manos de Salinas no están puestas en Colosio, éste volverá a concursar a pesar de su voluntad; lo cual es tan probable como improbable, pero haga lo que haga Colosio develará las intenciones de Salinas debilitará a Movimiento Ciudadano y descubrirá las fuentes de financiamiento de Dante delgado.
Colosio cuenta con más razones para salirse de la contienda que para estar en ella, comentar que fue justo una elección presidencial la que le “quitó” a su papá, sería suficiente, porque creció con el fantasma del asesino y la interrogante del asesinato. Advirtió que ni iría corriendo poa la presidencia.
“Me resulta absurdo que la gente piensa que yo quiero ir corriendo hacia aquella situación que me quitó a mi papá. No va por ahí, yo reconozco lo que eso le hizo a mi papá y a mi familia es algo a lo que le tengo mucho respeto. No es mi meta, es un gran encargo, un gran trabajo, muchísimas vidas dependen de ese cargo, de que se haga bien”, comentó al argumentar esta sorpresiva salida.
Colosio no iba a ganar las elecciones pero se convertiría, por el simple hecho de competir por la oposición, en el líder que espera la oposición y podría incluso, debilitaría al partido en el poder ene le Congreso, levantar al país contra Morena o hasta impulsar un lawfare, contra las próximas autoridades, –Similar al que ahora le imponen a Cristina Krischner en Argentina–, pero sobre todo impediría que López Obrador saliera tranquilo de la Presidencia de la República, obligándolo a, por lo menos, asesorar esporádicamente al nuevo gobierno federal, lo cual interpretarían algunos como una reelección.
Colosio estuvo cerca del 30 por ciento de intención del voto, a 20 puntos de distancia de cualquier aspirante de Morena, y una campaña lo desgastaría más que lo ayudaría, dadas sus debilidades personales y su salud mermada por los excesos; sin embargo, se trataba de una figura competitiva, cuya llegada y salida muestra, una vez más, la falta de cuadros en los partidos de oposición. A Colosio nadie lo preparó para la política, lo consideraron un prospecto ante la falta de líderes no se asomó al mundo de la vida pública por gusto o vocación sino por la necesidad de otros.
Colosio surge como un agente político prácticamente hecho, es una mercancía ideológica terminada y a la medida de los tiempos, pero prefiere su libertad.
